Alfonso?... que?... como es eso que hace tiempo no te la met..

Alfonso?... que?... como es eso que hace tiempo no te la meten rico... como es eso que no me crees que puedes dudar si estas en el cielo o en el infierno?. -Que caliente se siente dentro- Le dije. La respuesta de Alfonso fue un gemido suave, muy suave. Poco comunicativo es Alfonso, eso es bueno... aquel día no quería hablar mucho. Tenía ganas de descansar pero ya habíamos acordado de vernos, me cuesta concretar, es que tengo un carácter algo extraño la verdad. Era día de semana, bueno.. noche de semana, le pedí llegar tarde, lamentablemente había gente en mi casa... y las noches son algo silenciosas. No... en ese momento NADIE nos podía escuchar - Le dije eso a Alfonso mucho antes, debía devertirlo - Prendí el computador, puse música, estaba pensando en que poner para la situación. Soy pésimo para aquello, no sabía que música poner, la verdad estaba pensando en muchas otras cosas, era un colapso mental y sexual... -Alfonso, tu que música escuhai?. -Silencio- No me responde... que raro... hmmmm... me doy vuelta y veo que esta desnudo, mostrándome su ano, peludo, eso me encanta. Me acerco, lo comienzo a tocar, mi pico cada vez más duro, el jeans me molesta (Siempre utilizo jeans), así que me bajo el cierre y comienzo a mastúrbame, mirándolo, viendo como me entregaba su culo, viendo como aquel momento se transforma en un escenario... lleno de llamas. Le agarro con ambas manos de la cadera, le muerdo el culo, le paso la lengua por sus nalgas, luego le paso la lengua directo por su ano, lentamente... Siento como se dilata, siento como me invita a penetrarlo, como me invita a que yo sea su dueño, quizás entre tantos. Mi mente en blanco, yo tranquilo, con mi corazón latiendo el doble de lo normal, mis manos sudadas, incluso no podía modular correctamente. Tomé mi celular, quería grabar aquel momento, quería grabar el momento en que Alfonso sepa definitivamente quien es su real dueño. Quien era el que verdaderamente lo podía hacer sentir único. Cuando entraba en su ano podía sentir todo... su piel... rozando con la piel mí de pene... cada momento que entraba en razón y podía ver lo que estaba haciendo, otro hombre en 4... veía mi pene entrar y salir, me producían un morbo único. Que morbo ver a otro hombre gemir, que morbo es ver que otro hombre te entregue algo "privado" como es el ano. Que morbo es poder grabar aquel momento y cuando voy sumando me doy cuenta que no es importante demostrar lo tan macho que eres metiendo el pico como un taladro, importa saber que siente aquella persona... aquella persona que esta dejando que tu puedas ingresar, ver sus expresiones en el rostro de gozo cuando él siente que realmente está haciendo el amor. Ese día cada vez que lo recuerdo puedo incluso sentir nuevamente todo.